11/2/09
Una reflexión que necesitamos cuando nos desilusionamos de la repuesta de los demás.
Un maestro oriental vio como un alacrán se estaba ahogando, y decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo el alacrán lo pico. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó y el animal cayó al agua, y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez y otra vez el alacrán lo pico.
Alguien que había observado todo, se acerco al maestro y le dijo: perdone maestro, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua el alacrán lo picará?.
El maestro respondió: “La naturaleza del alacrán es picar, el no va a cambiar su naturaleza, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar y servir”. Y entonces ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.
No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño, solo toma precauciones. Algunos buscan la felicidad. Otros la rechazan. No olvides esto.
No permitas jamás que las conductas de otras personas condiciones las tuyas. Sencillo. Cuando la vida te presente mil razones para llorar, muéstrales que tienes mil y una razones por las cuales sonreír”
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