20/5/08



“De todos los lugares que visité, el mejor trato lo tenían los alemanes, eran gente muy amable, en Francia, se me dio por enamorarme de una piba, después me tenían de loco bailando con las nenas (risas), otro lugar que estuve es Nueva York, ahí estaba con un compañero de apellido Percara, y de repente vino un tipo y me pegó una piña bien pegada, me noqueó, había una piba hablando conmigo y parece que le dio celos, apareció de repente, no me dio tiempo a nada, cuando reaccioné, mi compañero estaba repartiendo piñas para todos lados y la nena había disparado (risas)”.

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“Nací el 1° de mayo de 1909 en Colonia Nueva, dto. Colón, como Laurindo Federico José Novelli Guillaume, mis padres eran colonos, éramos 5 hermanos, se vivía otra vida, en el año ´27, coseché 100 fanegas de lino y me pagaron 2800 pesos, me compré un Chevrolet con rueda de disco, de esos colorados, que lo pagué 2000 pesos, me sobraron 800 pesos, ahora andá a comprar con una cosecha de 100 fanegas de lino algo”.
“Me acuerdo que vino el Príncipe de Gales, andaba paseando en el tren, era el año ´25, también el avión Plus Ultra de Ramón Franco, en el año ´26. Cuando tenía 24años me metieron de presidente del partido radical, me gustaba la política”.

“La vida en la colonia era lindísima, muchos hablan de la miseria de los años ´30, pero nosotros no pasamos necesidades, me acuerdo que el litro de vino salía 60 centavos, se lo comprábamos a un tal De Lorenzi, que después se vinieron a vivir para esta zona, la nafta valía 20 centavos, el pan valía 20, la carne 15 centavos. Todas las semanas iba en motocicleta desde la colonia hasta Concepción del Uruguay, a jugar a la lotería, era todo camino de tierra, un viaje largo pero lindo”.

“La escuela la hice en la colonia, escuela Nº 7 Tomás Godoy Cruz, hace poco me volví a juntar con un ex compañero de la escuela, Juan Lifchild, tiene 104 años. Un 3 de marzo me embarqué de Concordia hasta Río Santiago, donde me incorporé a la marina, en el mes de octubre salimos para Mar del Plata y después recorrimos todo el sur hasta junio del otro año. Conocí toda la costa, hasta el Faro del Fin Del Mundo que le llaman, en la isla De Los Estados, también Ushuaia, donde estaba el trencito que todavía anda, lo usaban para llevar los presos de una cárcel, ahora creo que lo usan para el turismo”.

“Había una isla que estaba llena de conejos silvestres, me llamaba mucho la atención eso, en ese lugar gané una medalla por un concurso de tiro, les gané a todos los guardia cárceles, que eran todos correntinos, yo me la pasaba tirando en el campo, así que no me resultó difícil”.

“Estuve también en la cañonera Paraná, participé el 6 de septiembre de 1930 en la revolución de Uriburu. Nunca me voy a olvidar cuando el vicepresidente de Uriburu nos vino a despedir antes de zarpar, yo era ordenanza del comandante, era el 10 de octubre, fuimos hasta el sur y volvimos en noviembre y salimos para Pernambuco en Brasil, tardamos 19 días, mirá si me acuerdo, después llegamos a Natal, un lugar maravilloso, gran cantidad de barcos y de frutos como el ananá y dátiles, en este lugar me metieron preso porque traía una bolsa llena de dátiles (risas), pero no había robado, solo lo saqué de las plantas silvestres del lugar, después me largaron”.

“De Brasil nos fuimos para Casablanca, ahí conocí el desierto del Sahara, así que pisé el desierto, desembarcamos en una lancha, éramos 34 cadetes que teníamos instrucción, desde la fragata nos tiraban cañonazos, eran ejercicios de entrenamiento. Desde ahí nos fuimos a Southampton, en Inglaterra. Después seguimos a Bremen, Alemania, un lugar lindísimo, en Hamburgo también estuvimos, regresamos de nuevo por el Canal de la Mancha hasta Boulogne – sur- Mer y después paramos en un arsenal grandísimo en Brest, Francia”.

“Estuve en París, cuando era chico, había soñado que conocía la torre Eiffel, y de repente me encontraba tomando mate con el almirante a los pies de la torre, es como que el sueño se me hizo realidad”.
“En Hamburgo, desertaron 3 compañeros, conocieron unas chicas y no quisieron volver, se quedaron allá”.

“En altamar, todas las noches se cantaba el himno y la marcha de San Lorenzo, comíamos bien, todo se hacía arriba del barco, había una panadería a bordo y lavadero de ropa, las bodegas estaban llenas de comida como para 40 días, yo llegué a pesar como 85 Kg.”

“El 5 de julio del año ´31 atravesamos la línea del Ecuador, llegamos a Río De Janeiro y de ahí volvimos a Bs. As, el 28 de noviembre y me dieron de baja, 1 año estuve embarcado, volví con mis padres a la colonia a trabajar, sembrábamos trigo, lino, avena, maíz, criábamos gallinas, teníamos como300 conejos, arábamos con bueyes, no podían faltar los chanchos, la grasa la usábamos para cocinar, no había aceite”.

“La mejor diversión de la época eran los corsos, ahí conocí a mi señora, que era de la zona de San José, también la familia Boujón organizaban bailes en la colonia”.
“Compré 50 has cerca de San Salvador, recuerdo que un año saqué 2000 bolsas de muñato, maní también planté, llevaba hasta Colón en carro y vendía todo ahí, en el año ´47 también sembré arroz, unas 25 has, las taipas se las hacía a pala y la cosecha se la hacía a mano, cortada con la hoz, para secarlo hacíamos una especie de caminitos, como tarimas, movíamos el arroz con los pies, eso era con temperatura ambiente”.

“Mis 4 hijos nacieron en San José, pero vivíamos acá en el campo, cuando tenían que empezar la escuela, me mudé al pueblo, el 4 de junio del ´52. Hice muchos amigos, la mayoría ya no viven, con el que me veía siempre era con Córdoba, que el hijo creo que trabaja en la Municipalidad, pero ahora hace mucho que no viene”.

“Fui uno de los fundadores del club Ferro, junto con el que era jefe de la estación, Pedro Duré, un empleado de apellido Morales, Facundo Luna, Delzart, Schlegel, la mayoría trabajaba en el ferrocarril, creo que fue en el año ´62, no recuerdo bien”.
“Me gustaban mucho los corsos que se hacían en la calle Hipólito Irigoyen, también los bailes que se hacían en el salón Fraternidad, me dio una lástima cuando lo rompieron, venían muchos artistas, se hacían cumpleaños y casamientos”.

“Yo me siento fuerte, cuando me levanto, siempre me tomo una medidita de ginebra, 3 traguitos nomás, hago algo de gimnasia cuando no me ven porque me retan (risas), dicen que me puedo caer, tengo alguna recetas caseras, a veces me pican los pies y me los lavo con vinagre y sal ¡y santo remedio! Lo mismo que para el dolor de cintura, uso aguarrás y ruda, y no tengo ningún problema”.

“Hay muchas cosas que ignoro, hay otras que se y no se pueden contar, pero las aguanto, la vida está llena de misterios”.

19/5/08


¿Cuál es el colmo de un árbitro? Que los jugadores le toquen el pito...


Dibujo: José "Kolo" Fabre
E-mail: kolo_39@hotmail.com